Al sur de San Esteban y junto a la era de Segaleta, que da su nombre a este espacio, se levanta la roca foradada. Roca arenisca erosionada por el paso del tiempo, que se ha formado una oquedad. Esta roca es el testimonio vivo que Mariano Badía dejó en el municipio, ya que en su pared se pueden observar tres rostros tallados por él en 1971. Mariano Badía (1901-1986) era natural de San Esteban, bohemio amable y apasionado de las bellas artes como la escultura, pintura y poesía.