Alchups, aljibes de San Esteban

Son depósitos de planta rectangular excavados en la roca arenisca que aprovechan el agua de lluvia caída y que la conducen, a través de unas agüeras, hasta el receptáculo situado al pie de la roca inclinada que actúa como cuenca de recepción. Los más antiguos se construyeron entre los años 714 y 1149, ya que junto a algunos, aparecen fragmentos de cerámica islámica procedentes de la limpieza de los mismos.

El Ayuntamiento de San Esteban de Litera ha puesto en marcha "Alchups", los aljibes de San Esteban, una página web en la que puedes consultar la localización de 76 esta estructuras en todo el término municipal y donde puedes encontrar dos rutas pre establecidas para visitarlos:

La vital importancia de los “alchups” para los habitantes de la Litera en épocas pasadas comportó normas de convivencia locales. Se recogieron obligaciones para mantenerlos en buen estado, así como que se establecieran penas para aquellas personas que los estropearan. En las de Albelda, de 1683, se ordenaba limpiarlos y se prohibía lavar en ellos y echar ramas u objetos. En las de Tamarite, de 1696, se mandaban construir más por la escasez de lluvias.

Para un fácil acceso a determinados aljibes, era necesario construir unas escaleras. También se necesitaban unas escaleras para acceder a su interior con objeto de llegar al nivel del agua. Otras veces se construían unas piletas exteriores para el consumo del agua por los animales de labor. En alguno vemos también unos pequeños rebajes exteriores donde asentar con seguridad los cántaros con los que transportar el agua. Algunos constan de rebosadero para conducir el agua sobrante y ser aprovechada. Y un elemento imprescindible son las agüeras que conducían el agua de lluvia hacia los depósitos.

Los “alchups” fueron trabajados por personal especializado en este tipo de construcciones. Tanto por el necesario estudio previo de su emplazamiento, en zonas idóneas para la captación de agua, como para la determinación de sus medidas y para realizar una ejecución esmerada con el instrumental necesario, los “alchups” fueron construídos por maestros picapedreros especializados. En 1579 el maestro picapedrero Joan Thesan, de La Almunia de San Juan, se encargó de transformar los dos “alchups” existentes en Perera en uno solo, que es el que todavía hoy se conserva.